mayo 16, 2012

Adiós

Fotografía de Eisenstaedt Alfred
Hay cosas que no me dices. Las advierto en tu mirada que no sabe callar. Hay cosas que no te digo. Se adivinan en mi silencio. No hay soledad que habite este espacio, vacío proscrito. Siempre estaré conmigo. Caminas, y tus pasos hacen huella en mi cuerpo silente, callado, encallado... Siento al viento perseguir mis pensamientos, cuántos escondites, cuántos intersticios. ¿Adónde me voy cuando no hablo? ¿Existo? Trance tranquilo en la intimidad de mis huesos. El alma, mullida almohada. Mi espíritu no pide permiso y se hunde, se eleva, desaparece, vive. Mientras tanto, mi cuerpo enmudece, adherido a esta mortal dimensión. No te miro a los ojos para no enterarme de lo que no me quieres decir, sin embargo sé, en contra de mí misma y en tu contra. No te miro: te presiento. Sé que vienes por el pasillo y salto por la ventana, sé que te vas a asomar y vuelo al tejado. No hay evidencia de mí, pero quiero encontrarte, para siempre o para nunca. Y es ya mi deseo, inmediato, inexorable. Digo: -Aquí estoy-, y me materializo. Estallo el silencio en tu mirada. Pongo mis manos en tus ojos y mis labios en tu voz. Ya va, ya va, ya va... No los abras... Los segundos de arena forman un desierto glorioso. El amor es un oasis pletórico donde se encuentran mi silencio y tus ojos, bañados en sol y adiós.

2 comentarios:

Dani.. dijo...

Increíblemente hermoso!!!
Te juro que me has dejado sin palabras...
Es cono si el viento me hubiese
hablado al oido,con una voz
Que uno tanto añora o siempre
espera.

Gracias por existir.
Te envío mi abrazo.
Dani..

alkerme dijo...

Muy bonito, Veronika, como siempre.
Un abrazo,

Dirección

Imagen tomada de la Web   Por acá estaremos...  https://veronicaadiario.blogspot.com/