Me reconocí en tus ojos justo al final. Sin poder dejar de vernos, sin nombres y sin resto.
Sólo un horizonte eterno de esta y otras vidas.
Me perdí en tus ojos y me encontré al saberme en ti, en tu alegría, en tu pasión, en tu corazón.
Y me dejaste ausente de todo, con la esperanza de que algún día te pierdas y buscándote, me encuentres.
"Dicen que fue un traductor del griego quien le enseñó su mundo imaginario". Verónica del Mar. Silvio Rodríguez.
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1 comentario:
Me ha gustado un montón. Te quedó redondito. Gracias por tus comentarios. Seguiré leyéndote.
Saluts!
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