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Imagen de Bessie Pease Gutmann |
Pequeñito espacio sin nombre propio. Esencia de todo perfume, de cualquier pasión. Una esquina de la vida en cualquier parte del mundo. Ensayo de meditación. Preámbulo silente de acontecer milagroso. Acaricias los ojos con la suavidad de tu ser recostado en un receso divino; enjuagas el alma con el llanto profundo, efluvio de dioses cuando sienten la humanidad en carne propia. Brotas y eres. Alas, sol y vida. No recuerdas. Fue una amnesia consentida entre las partes. El pasado está desterrado. Ya no sería posible vivir tan lejos. Diapasón iridiscente, escándalo de colores, plenaria de sonidos: todo junto parece una imposibilidad. Abre los ojos, testigo humilde de la grandeza de lo cotidiano; no es necesario que hables: los pájaros lo harán por ti.
3 comentarios:
Un verdadero jardín con flores...
Elevada, abundante y sublime definición. No lo podías haber dicho mejor.
Aplausos!!!
Me encantó.
Un saludo,
Un presente , es lo que anida en esta prosa cuajada de lirismo.Que belleza,Verónica, que belleza.
Abrazos
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