De la palabra procedo; orden implacable en momento de confusión. Me fue dicho -serás-, y heme aquí que soy, a pesar de la presunción onírica de un demiurgo embriagado ratificando un vaticinio impostergable, profeta infalible, padre de todos los designios; soy, equivocadamente, el resultado inequívoco de mi rebelde albedrío.
-Eres libre-, hablaste; y me bañaste de convicción. Yo clamé, -no me dejes solo ante tanta inmensidad, que contencioso de nacimiento seguro te ofenderé-. Y cómo ir en mi contra si no tengo más aliados.
¿Priva tu necesidad de crearme sobre mi necesidad de que existas?. ¿De quién entonces son mis culpas?.
Círculo indefectible de eternidad. Tú, teoría general, fuente de todas las posibilidades; yo, -ten piedad de mí-, vaga hipótesis, teorema incipiente; he de llevarte a la práctica.
4 comentarios:
Queridos muchachos... la vida por acá me ha tenido algo ocupada en subsistir... no saben cuanto lo lamento, pero no me dejo del todo, no... Ven como me le evado a veces?
Abrazos
Vero amiga, espero que poco a poco ese subsistir que mencionas se transforme en un acto menos afanoso y trabajoso, aunque a veces esas complicaciones resultan tan divertidas =) Creo que tu evasión es placentera y poética para todos nosotros. Sigue igual de viva!!!
Besazooo.
Lo importante, Veronika, es que estás...eres, pues...
Saludos,
un texto existencial y necesario para encontrar una ubicación
vino y besos
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