Todas las preguntas que no tuvieron final feliz y las que ni llegaron a ver la luz en la época en que debieron surgir indómitas y lacerantes contra el vacío y el sinsentido se dan cita en la espuma espesa de mi café marrón. Acuchillar el espacio abierto con dilemas prescritos corrompe con descaro los astillados cimientos de misiones imprecisas.
Y la vida se repite, ya la mañana no es un lienzo en blanco donde pintar en tonos pasteles, ni tiene la cadencia de nuevos amaneceres patrocinados por utópicos desubicados; ya la mañana abarrota el día de un blanco testarudo que no me admite ni el monótono gris, un blanco que se extiende a sus anchas, ahoga conjeturas y aborta cualquier intento de creatividad en defensa propia.
Me voy desbaratando a paso de morrocoy; desgranándome en suspiros tartamudos que dejan una estela desnutrida que apenas huelen una cuerda de perros callejeros compasivos con cualquier mendigo. Entonces una anemia definitiva me viste de un exquisito pálido presintiendo la llegada de la verdad descubierta, para no desentonar con la inquietante ocasión.
Con evidente placer de psicópata me pongo a girar las dudas en remolino de cafeína; pretendiendo con resquicios de romántico ahogarlas en el silencio absoluto como acto redentor y salir absuelta por demencia temporal.
6 comentarios:
Bueno muchachos... esteeee... qué les puedo decir... esto es un sube y baja, y yo aquí esperando el contrapeso perfecto...
Gracias por pasar
Besitos
¿Absuelta por demencia temporal? Jejeje... si leen tu post, verán que hay premeditación...
Besos, amiga.
Y yo que pasé por aquí por casualidad, casi por equivocació, me encuentro con esta belleza de reflexión... a mi que me gusta tu estilo, ya ves....
Prometo volver, ahora voya leer algo más
Reflexiones frente a un cafe... Yo lo practico dos o tres veces al día y desde que amanece. La cafeina para mi ya es sólo placebo, pero placebo necesario.
Vino y besos
Fantástica e intensa reflexión donde la autora se libera con preguntas ......frente al silencio de la espuma de su café .
Un besazo .
Más que un sube y baja quizás sea una montaña rusa, con curvas y demás especificaciones. Aunque claramente es el autor quien decide qué coño es lo que es, adjudico mis respetos al comentario.
Por otro lado, me siento vulgar al saberme utópico de la mañana, de esa belleza que tanto he de describir, ciertamente la crudeza del café sin azucar es de mayor realidad que la ilusión con la que nosotros, los latinos nos levantamos, intentando tristemente vestirnos de esperanza.
Me gusta tu densidad. Esa peligrosa y grotesca estructura tan dura de tu prosa. Aspera, rigida, concisa y firme. Me gusta. Y quizás esa sea o será la razón para seguir jodiendo por aquí, sin otras pretenciones.
Salud.
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