Planeta "Yo"

Solo-el-rojo-mas-oscuro-II - Jack Vettriano

Parece mi voluntad doblegarse al sentido común que dicta cátedra desde grandes salones. Me parece atisbar el llegadero del que tanto huí y sentir todavía las vendas en mis oceánicos ojos. Siento un puyazo en mis ovarios, en un movimiento rotativo, mejor, de traslación, un mes me duele el derecho y el mes siguiente el izquierdo o viceversa.Y he ahí una duda, ¿seré la Tierra?, ¿el Sol?, y mis ovarios ¿planetas?. Acaso entonces deba darles mi apellido. El derecho me recuerda a veces no olvidarme del lapiz labial y el izquierdo, revolucionario, grita fuerte, -¿cómo para qué el fulano làpiz? agarra de una condenada vez las armas-. Pero el Sur se incendia, rojo, caliente y seguro es el pronóstico de lluvias procedentes del Norte. Me vuelvo humedad yo. Selva salvaje. Cuando pase el aguacero, el pichaque; y después, la insinuación de un desierto cuya monotonía intento mitigar convirtiendo mis pechos en médanos. La puntería es un asco y las rutas intransitables me evaden como a perro sarnoso. El camuflaje lo dejo para las mañanas, con un poco de rímel y "colorete", que dice mi abuela, que con sus 90 años no le falta su base Mon Reve, de esas marcas viejas y económicas. Salgo, pero no sé quién va primero, si yo o mis incoherencias disfrazadas de Verdad. Cuando siento el barullo de la calle colarse por mi escote, pienso, ¿por qué me vestí?; si la desnudez me empieza por los pies y me sale por la ropa como la leche de quien amamanta cuando su hijo quiere comer. ¿Quién iba a creer que el Sol me quería vestir?